Habla ahora o calla para siempre
Son malos tiempos para la lírica. Para las palabras, para los textos. En primer lugar porque por culpa de nuestros «maravillosos» políticos estamos viendo una manipulación del lenguaje que ríete tú de el Flautista de Hamelin. Nos quieren llevar como borregos de un lado a otro y sin rechistar. Por otro lado, igual si tú...